¿Estás tomando alguna medicación? Este contenido te interesa: Interacciones Alimento – Medicamento

Los antiinflamatorios-analgésicos de la familia de los AINE como el ibuprofeno, naproxeno o ketoprofeno, deben tomarse siempre con alimentos sólidos y densos. ¿Por qué? Para proteger la mucosa gástrica del posible daño que pueden producir.

En cambio, el paracetamol actúa mejor si se administra en ayunas, y si se come algo, evitando alimentos ricos en hidratos de carbono o pectina, como es en este último caso lo que ocurre con la manzana o la pera. ¿Por qué? Limitan la absorción del paracetamol y pueden variar la dosis efectiva que estás consumiendo.

A la hora de consumir algunos antibióticos conviene evitar ciertos componentes de los alimentos (fibra, calcio, hierro…). ¿Por qué? Porque pueden “atrapar” al medicamento a lo largo del sistema digestivo y provocar la pérdida de su efecto.

En el caso del hierro, lo mejor es tomarlo con una fruta o verdura con vitamina C (kiwi, naranja, pimiento…), pero evitando una fuente de calcio (leche, queso, yogur…). ¿Por qué? Para potenciar su absorción. 

Presta atención al consumo de laxantes o antiácidos. ¿Por qué? Porque pueden disminuir la absorción de minerales tan necesarios como el potasio y el calcio. 

Con acenocumarol hay que evitar el consumo de vitamina K como la que contienen verduras de hoja verde (espinacas, col rizada, repollo, lechuga romana, etc.). ¿Por qué? Para no modificar su efecto anticoagulante.

En los casos de déficit de hormona tiroidea en los que conviene administrar levotiroxina, hay que hacerlo siempre en ayunas a primera hora del día. ¿Por qué? Porque los alimentos disminuyen su absorción y, por tanto, su efecto.

Incluso alimentos y plantas medicinales que parecen inocuas, como el pomelo y la Hierba de San Juan, tienen la capacidad de influir en el metabolismo de muchos medicamentos, aumentando el riesgo de toxicidad. Hasta el consumo excesivo de regaliz puede disminuir el efecto de un tratamiento antihipertensivo.

Con los tratamientos farmacológicos cuyos efectos secundarios provocan diarrea, vómitos, disminución de apetito…, es imprescindible vigilar el nivel de nutrientes (vitaminas, minerales, aminoácidos…) para evitar una posible desnutrición por interacción del medicamento sobre el estado nutricional.

¡Y OJO CON EL ALCOHOL!

La combinación de antihistamínicos o benzodiazepinas con alcohol provoca aún más sueño y puede causar confusión o desorientación.

En el caso de corticosteroides orales podría disminuir su efectividad consumirlos con alcohol, al influir en su metabolismo en el hígado.

AINEs + alcohol puede provocar hemorragias a nivel gástrico, potenciar los efectos de algunos hasta causar intoxicación (naproxeno-ibuprofeno).

En el caso de la interacción alcohol – paracetamol podría causar intoxicación por daño hepático.